El imperio Isaías pasó por tres etapas

El primer patriarca del Grupo Isaías llegó de Líbano hace casi 100 años. Los otros dos fueron su hijo Nahim Isaías Barquet y su nieto Roberto Isaías.
Meme Kozahya Abihanna llegó al Ecuador en 1912 con solo 1 000 dólares en el bolsillo. Ese joven de 19 años era parte de una ola migratoria desde Líbano, que buscó refugio en América. Fue un viaje largo de tres meses en barco. En tierras ecuatorianas adoptó el nombre de Emilio Isaías Abihana, con el que construyó un imperio económico, que, casi 100 años después, se desploma. El patriarca trabajó con visión durante décadas, diversificando sus inversiones. Pero fue su tercera generación -parte de sus nietos- la que no pudo manejar la crisis hasta que colapsó su principal negocio a finales de los noventa: Filanbanco. La historiadora estadounidense Lois Crawford de Roberts reseña que adaptó el nuevo nombre porque era similar al español. La autora del libro ‘Los libaneses en el Ecuador’ detalla que ese nombre, más tarde, se convertiría en símbolo de uno de los imperios económicos más grandes del país. En sus inicios, el patriarca de los Isaías se estableció en Catarama, Los Ríos. Ahí se casó con María Barquet, de ascendencia libanesa. Tuvieron ocho hijos: Juan, Estéfano, Pedro, Alfredo, Julieta, América, Nahim y Enrique, a quienes entrenó en los negocios. En el mismo relato de Crawford , Nahim, uno de los hijos menores, recordaba la formación que les dio su padre. Cada vez que regresaban al Ecuador de vacaciones, por sus estudios en los EE.UU., Emilio Isaías les delegaba funciones en las crecientes empresas. El ‘boom’ cacaotero llevó a Emilio Isaías a trabajar en las fincas de la zona. Y tras recuperar parte de su capital, levantó su negocio propio: una tienda de abarrotes. Vestidos, encajes, fideos, galletas, granos, zapatos y medicinas eran algunos de los productos que vendía a los trabajadores de las haciendas, para quienes era casi imposible navegar más de 15 millas por río hasta llegar a Guayaquil. Poco a poco, Emilio Isaías formó su clientela. Con el tiempo comenzó a exportar cacao a Francia. En 1925 se mudó a Guayaquil.Con el almacén Emilio Isaías Compañía Anónima (EICA) despegó la cadena de negocios de la familia. El comercio tradicional de telas importadas desde Inglaterra, Estados Unidos y Japón marcó la base de todo un grupo de empresas.Alfredo Adum Wated, ex colaborador de los Isaías, entre 1981 y 1994, recuerda que las familias libanesas tenían buenas relaciones. “Nuestros ancestros que se conocieron generaron una relación de amistad y familiaridad. En algunos casos hizo que los hijos y los nietos lleguemos a tener algún tipo de relación, incluso comerciales”.
Pero una de las piezas claves que afianzó la fortuna de los Isaías fue la compra de la caja de ahorro Filantrópica, en 1958. En un registro histórico de las familias libanesas, edita
do por Julio Saab, se relata que Pedro -el tercer hijo de los Isaías Barquet- hizo esa compra. Tuvo el respaldo económico y los consejos financieros del padre. Con los años el negocio se llamaría Filanbanco, ‘El banco del Ecuador’, con la matriz en Guayaquil.“Era un banco de atención muy personalizada. Era un tema de confianza. El almacén de telas de mi padre (Importadora Nacer) estaba a la vuelta de la Filantrópica, en Luque y Escobedo. Desde niño veía pasar por el almacén a los Isaías, los Hanna, los Kronfle...”.
Pero el crecimiento de la fortuna también les trajo historias trágicas. Dos asesinatos y dos accidentes están en la historia de los Isaías. Enrique murió por una puñalada a los inicios de los sesenta, y en septiembre de 1985 falleció Nahim, tras un secuestro de más de un mes por parte del grupo rebelde Alfaro Vive Carajo y el M19 de Colombia. Otros dos hermanos, Pedro y Estéfano, murieron en accidentes aéreo y de tránsito, respectivamente. A mediados de los años sesenta, Nahím asumió el papel de patriarca en lugar de Emilio Isaías. Pese a que era uno de los más jóvenes, tuvo una educación similar a la de sus hermanos mayores. Según el relato de Crawford, heredó el instinto para los negocios de su padre. Con la Filantrópica pudo acceder a muchas empresas, ya que sus deudores pagaban con los bienes. Uno de ellos fue la Cadena de Televisión (hoy TC Televisión), que fue entregado en dación de pago.El historiador Guillermo Arosemena sostiene que Nahim era visionario y encargaba de los negocios no bancarios a los mejores talentos. Él se dedicó a fortalecer el negocio bancario con servicios de compañías de seguros, tarjetas de crédito y una imprenta para que provean de la papelería. “Nahim integró todo el negocio bancario y por eso se convirtió en el mayor grupo financiero del país”.Según Arosemena, a mediados de los ochenta u noventa se dieron cuenta de que el futuro era la televisión satelital y apostaron al TV Cable. “Ahí no fueron solos sino que buscaron socios para compartir los riesgos”. En el libro de ‘Los libaneses en el Ecuador’, se menciona que Roberto, el segundo hijo Estéf
ano Isaías Barquet, era su pupilo favorito en el campo de la banca. Por eso lo había escogido como el tercer patriarca de los Isaías. Arosemena sostiene que el grupo acumuló en su mejor momento cerca de USD 700 millones en todos sus negocios. Pero con la muerte de Nahim el perfil del negocio cambió. Sus herederos, los hermanos Isaías Dassum, ampliaron las inversiones al banano, camarón, pesca, cervezas, inmuebles y comercio. Pero empresas como la exportadora Bagno y Cervecería Sudamericana fracasaron.Además, la crisis económica y los efectos del fenómeno de El Niño complicaron sus negocios agrícolas, así como el bancario, generando el derrumbe del banco emblemático de la familia. Filanbanco cerró, pero el grupo mantuvo otros brazos económicos y mediáticos.